Abrimos Casa Videira en el año 2002 y desde entonces venimos creciendo para ofrecer A NUESTROS CLIENTES algo mas que el alojamiento y desayuno. Entonces ofrecimos tambien las cenas, y como no se me daba mal la cocina, nos pidieron hacer una comunión a la que siguió otra, y después una pequeña boda a la que siguió otra mas grande. Alquilábamos una carpa de bodas para ampliar nuestro salón y así poco a poco, nos decidimos a realizar las obras para tener nuestra propia carpa de bodas en la que damos cabida a 200 personas ( aunque estos dos ultimos años se redujeron a menos de la mitad por el aforo limitado) La carpa quedo preciosa el frontal acristalado con despliegue de las puertas de cristal en la que queda un solo espacio diáfano cara al jardin. Soy muy afortunada en dedicarme a este trabajo que me llena de satisfacciones, y aunque ya estoy en edad de jubilarme, reniego de hacerlo de momento y mientras mi cuerpo aguante.